Obras: estado actual
¿Cuál es ahora nuestra situación con relación a las obras del Colegio? Hay dos puntos de reflexión que son la clave para las decisiones futuras que tomemos:
* Gane quien gane las elecciones, tendremos reforma integral del Colegio. La pregunta del millón es ¿cuándo?. Cuando haya nuevos presupuestos (si no hay presupuestos nuevos, no habrá partidas nuevas de dinero). Los plazos en este sentido son bastante largos. Podrían pasar hasta cuatro meses antes de que se aprobasen; eso si todo va bien. Porque nadie nos garantiza que esta vez no vuelva a pasar lo mismo que la anterior. Pero nosotr@s no podemos esperar tanto. Y esto nos lleva al siguiente punto:
* Se ha eliminado la situación de riesgo inminente que había surgido. Sólo el inminente, que quede claro. Porque riesgo sigue habiendo. El deterioro general del Colegio y sus instalaciones aumenta cada día. El informe emitido por la Consejería con fecha 30 de Mayo de 2011, cuando Herminio Sastre era Consejero, indica las siguientes deficiencias observadas:
– La estructura del edificio no muestra ningún signo de deterioro ni hay grietas significativas.
– Los cerramientos muestran signos de deterioro por vejez en los recubrimientos de «gresite».
– Los ventanales no sustituidos muestran signos de envejecimiento dando lugar a humedades
– Los patios exteriores y pistas de juego evidencian falta de conservación
– El patio cubierto se encuentra expuesto a los vientos dominantes.
– Las instalaciones generales necesitarían una actualización.
– No hay dotación de servicios higiénicos en la planta alta y es deficiente la dotación de agua.
– Las carpinterías interiores presentan signos de deterioro y envejecimiento.
– Sería necesario mejorar la dotación de red de voz y datos.
– Sería necesario poner en uso la escalera de emergencia comunicándola con el patio de recreo.
Seguramente algo cambió desde entonces, pero para peor. Y si no, fijaos en el primer punto: en 10 meses descubrimos grietas en dos ocasiones (por cierto, las primeras debían de ser menos graves y peligrosas). Los riesgos están ahí cada día: riesgo de que explote una tubería, riesgo de que se produzca un cortocircuito, riesgo de que los mosaicos de la fachada (que se desprenden continuamente) le caigan a alguien en la cabeza al pasar, riesgo de que se produzca un incendio y las puertas (que abren al revés) impidan una evacuación y provoquen una desgracia, riesgo incluso de morir axfisiad@s en las aulas del piso de abajo por no poder abrir las ventanas. No se trata de exagerar, no lo necesitamos en absoluto, por desgracia.
Nuestras vidas están marcadas por las condiciones que otr@s crean y que llevan a contradicciones cuyas consecuencias también pagamos nosotr@s: a ell@s les toca repartir el dinero, pero no están obligad@s a ponerse de acuerdo; ell@s establecen los plazos y los tiempos, nosotr@s debemos respetarlos y esperar. En los últimos meses nos convertimos en la moneda de cambio del juego político, en el argumento para presionar, para forzar al adversario, para callarlo, etc.
Pero, ¿por qué? ¿acaso no es la Administración la que está al servicio de l@s ciudadan@s y no al revés?. Y en nuestro caso ¿no están tod@s de acuerdo en hacernos la reforma?. Entonces ¿no hay motivos, derechos y obligaciones suficientes como para que prometan que, a la mayor brevedad habrá texto redactado, consenso y presupuesto aprobado?. Tod@s l@s polític@s asturian@s nos lo deben, a nosotr@s y a tod@s l@s asturian@s. Hipotecaron su palabra; ahora deben cumplirla.
Existen razones de peso para que la reforma integral de nuestro Colegio comience este verano y para exigirlo, legítima y legalmente.